
El alcázar califal
El antiguo Alcázar, sede de la dinastía Omeya, se extendía por una superficie mucho mayor a la del Alcázar de los Reyes Cristianos. En su solar, junto al actual Alcázar, se levantan hoy el Palacio Episcopal, la Biblioteca Pública Provincial, el Seminario de San Pelagio y las Caballerizas Reales.
El origen del Alcázar omeya es anterior a la llegada de los musulmanes a Córdoba. Durante la Tardoantigüedad y la época visigoda (siglos IV a VII) la inseguridad de la red viaria revaloriza el puerto fluvial, desplazando el centro urbano desde los espacios forales de la urbe romana hasta el entorno del puente. Allí se levantaría un nuevo centro de poder, el denominado complejo civil, residencia del gobernador visigodo. Convertido en el siglo VIII, tras la conquista islámica, en el Alcázar omeya, buena parte de su muralla este es aún visible en la calle Torrijos. Construida con recio aparejo de sillería, constituye el muro exterior del Palacio Episcopal, una reutilización que explica su aceptable estado de conservación. El Sabat, un pasadizo elevado, unía el Alcázar con la Mezquita Mayor. Los grandes pilares de su cimentación fueron documentados por una intervención arqueológica, y su trazado ha quedado marcado con una impronta metálica sobre el pavimento.
Un eje viario de dirección este-oeste recorría todo el Alcázar, siguiendo aproximadamente la actual calle Amador de los Ríos hasta las Caballerizas Reales. Un segundo eje norte-sur cruzaba el Campo de los Mártires, explanada que debe su nombre la tradición que situó en ella el sacrificio de los seguidores del movimiento del martirio voluntario del siglo IX. Urbanizada como paseo público, las obras de ajardinamiento emprendidas en 1903 por el Ayuntamiento trajeron consigo el descubrimiento de los baños de época califal. Su excavación quedó paralizada por falta de fondos, y los baños fueron de nuevo cubiertos. No serían reexcavados hasta mediados de los años sesenta, aunque durante décadas quedaron en un estado de completo abandono, hasta su definitiva restauración y apertura al público.
Al sur del Palacio Episcopal se levanta el Seminario de San Pelagio. Construido a finales del siglo XVI, durante las obras de reforma y ampliación realizadas en el siglo XIX aparecieron estructuras y fragmentos arquitectónicos, con decoración vegetal o epigráfica, que fueron donadas al Museo Arqueológico Nacional. Se trata de un importante conjunto de piezas con claros paralelos estilísticos con la decoración de Madinat al-Zahra, que pudieron pertenecer a la Rawda, el jardín funerario donde fueron sepultados los miembros de la dinastía Omeya.
Tras la caída del califato, a comienzos del siglo XI, el edificio fue abandonado y saqueado. En época almohade, durante la segunda mitad del siglo XII, el antiguo Alcázar omeya fue profundamente transformado. En su interior se levanta un espacio palaciego, mientras que al exterior queda convertido en parte de un extenso complejo de fortificaciones, dispuestas en anillos concéntricos, de las que también formaba parte la Torre de la Calahorra, que protegía el acceso al puente.
Tras la conquista cristiana en 1236, Fernando III reservó como propiedad de la Corona, el área más cercana al río, la posición de mayor valor estratégico. Sobre esos terrenos fue levantado el actual Alcázar de los Reyes Cristianos. El estudio arqueológico del monumento, y en especial la excavación del conocido como Patio de Mujeres, muestra que reaprovecha en gran medida las estructuras de la antigua alcazaba almohade. Ya a la etapa bajomedieval pertenecen las grandes torres que caracterizan su perfil, la del Homenaje, la de los Leones y la de la Inquisición.
Las reformas realizadas por los Reyes Católicos, que residieron en el Alcázar durante la Guerra de Granada, dotan a la fortaleza de un aspecto palaciego. El edificio sufre sin embargo, a lo largo de los siglos siguientes, un progresivo deterioro. Convertido en sede del Tribunal del Santo Oficio hasta su abolición, fue posteriormente cárcel pública, entre 1822 y 1931, año en que fue entregado al ejército. El recinto fue cedido al Ayuntamiento de Córdoba en 1951. Su restauración permitió el hallazgo de los accesos originales, tanto la puerta principal, en la fachada sur, como la descubierta bajo la torre de los Leones, que hoy da acceso al monumento.
M.B.A
Para saber más…
Al-Mulk: anuario de estudios arabistas 18, año 2020. Número monográfico dedicado a los alcázares de Córdoba.
Disponible en: http://repositorio.racordoba.es/jspui/handle/10853/196
VELASCO GARCÍA, Rocío (2013): El antiguo palacio episcopal de Córdoba: historia y transformaciones, tesis doctoral, Universidad de Córdoba.
Disponible en: https://helvia.uco.es/xmlui/handle/10396/8956
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Estructuras arqueológicas exhumadas en el Patio de Mujeres del Alcázar de los Reyes Cristianos. Su estudio ha resultado clave para la interpretación de todo el conjunto. |
Jardines levantados sobre la antigua Huerta del Alcázar tras la restauración del monumento. |