
Un patio, tres museos
A la fuente renacentista rematada por la grácil figura de un potro encabritado deben su nombre tanto la Posada del Potro como la plaza en la que se encuentra. La Posada, en su origen una casa de corrales bajomedieval, fue declarada monumento arquitectónico-artístico en 1924, y hoy alberga el Centro Flamenco Fosforito. Frente ella se alza el Hospital de la Caridad de Nuestro Señor, fundado en el siglo XV por la Venerable Orden Tercera de San Francisco. En su fachada, restaurada por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, destacan los arcos platerescos de la primitiva entrada a su capilla. Hoy se accede al interior a través de una portada neorrenacentista, diseñada en 1936 por Francisco Javier de Luque.
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Plaza del Potro y fachada del antiguo Hospital de la Caridad. Al fondo, los arcos de entrada a la capilla. En primer término, la portada neorrenacentista que da acceso al patio ajardinado. |
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Patio de entrada a los museos, visto desde la entrada principal del Museo de Bellas Artes. Al fondo, la fachada polícroma del Museo Julio Romero de Torres. |
Al patio ajardinado del Hospital de la Caridad se abren tres espacios expositivos. El primero de ellos, el Museo de Bellas Artes de Córdoba, tiene su origen en la desamortización eclesiástica del siglo XIX, por la que bienes de los conventos fueron declarados propiedad del Estado. Mientras que los inmuebles eran subastados y pasaban a manos privadas, las obras de arte se convirtieron en las colecciones fundacionales de los actuales museos provinciales. En 1861, los fondos del museo de Córdoba fueron instalados en el edificio del antiguo hospital, que había sido adquirido por la Diputación Provincial. El nuevo museo compartió espacio inicialmente con el Museo Arqueológico, hasta el traslado de este último a una nueva sede en 1920.
Las seis salas del Museo de Bellas Artes muestran la evolución cronológica de la pintura y la escultura cordobesas entre los siglos XIV y XX. Un amplio conjunto de obras, del maestro del Retablo de la Flagelación a las Street Images de Rita Rutkowski, del que no es posible dejar de recordar la colección de pintura barroca exhibida en la antigua capilla del Hospital, que alberga obras de los pintores cordobeses Antonio del Castillo Saavedra (Calvario) y Juan de Valdés Leal (Virgen de los plateros).
Entre las colecciones de los siglos XIX y XX, encontramos los bodegones y paisajes del pintor moguereño de ascendencia cordobesa Rafael Romero Barros (Bodegón de Naranjas, Orillas del Guadalquivir), así como una amplia muestra de la trayectoria del escultor cordobés Mateo Inurria Lainosa (Un náufrago, Séneca, Las tres edades de la mujer).
Rafael Romero Barros, además de enriquecer las colecciones del Museo de Bellas Artes con una interesante obra personal, fue uno de sus primeros directores, y padre del reconocido pintor Julio Romero de Torres (1874-1930), de quien el museo muestra asimismo obras de su primera etapa (Mal de amores, Un patio andaluz).
El grueso de la obra de Romero de Torres se encuentra en el espacio expositivo dedicado ex profeso a albergar su obra pictórica, el Museo Julio Romero de Torres, cuya polícroma fachada dieciochesca se encuentra situada frente a la del Museo de Bellas Artes. Inaugurado en 1931, gracias a la donación por la familia de parte de su colección pictórica a ciudad de Córdoba, el Museo Julio Romero de Torres ofrece una amplia muestra de las principales facetas de la producción artística del pintor; sus inicios en la pintura (¡Mira qué bonita era!), las temáticas más habituales en su obra, como su ciudad natal (Poema de Córdoba) o el flamenco (La nieta de la Trini, Cante jondo), el peculiar simbolismo de las obras de madurez y la melancolía de sus últimos retratos (El pecado, La chiquita piconera).
Finalmente, al patio de entrada se abre un tercer espacio expositivo, la Casa Romero de Torres. Antigua residencia de los directores del museo, varias generaciones de la familia vivieron y trabajaron en ella, entre 1862 y 1991. La casa alberga el taller del pintor y la colección arqueológica de la familia Romero de Torres, integrada por más de trescientas piezas, de una cronología extendida entre el Calcolítico y la Baja Edad Media. Iniciada por Rafael Romero Barros, fue adquirida por la Junta de Andalucía a sus descendientes. Dos esculturas femeninas de época augustea, halladas en Porcuna, reciben al visitante en su acceso al patio interior de la vivienda. A diferencia de los anteriores, sin embargo, este último museo sólo es visitable en determinadas épocas del año, como durante la Fiesta de los Patios, en el mes de mayo.
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Estudio del pintor Julio Romero de Torres en el interior de la Casa Romero de Torres. |
M.B.A.
Para saber más…
GARCÍA DE LA TORRE, Fuensanta (2019): “Los orígenes de la Museología y la Museografía en Córdoba”, Laboratorio de Arte 31, 573-594. Disponible en:
https://revistascientificas.us.es/index.php/LAB-ARTE/article/view/15732/13681
OSA PARRA, Alba (2018): “El Museo de Bellas Artes de Córdoba y su apertura a la contemporaneidad desde 1904”, Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte 7, 105-119. Disponible en:
http://www.uco.es/ucopress/ojs/index.php/ucoarte/article/view/12040/10869
Sede electrónica de los museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres:
https://www.museosdeandalucia.es/web/museodebellasartesdecordoba/inicio
https://museojulioromero.cordoba.es/museo
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